El paciente S., de 11 años, estaba viendo tranquilamente la televisión en su dormitorio. Estaba cansado pero quería acabar de ver la película de Harry Potter que estaban echando por la tele. Sus padres llamaron a su puerta y le dijeron que ya era la hora de dormir, pero S. ya había soportado los cientos de minutos de anuncios y quería acabar la película, así que bajó el volumen de la televisión y siguió viendo su película a escondidas. Ya faltaba poco para terminar cuando volvieron a llamar a la puerta. “Otra vez ellos, si ya me queda nada para acabar” pensó S. La puerta se abrió y para su sorpresa un hombre pálido al que no conocia entró por la puerta.
¿SABES QUIEN SOY? – le preguntó.
S. contuvo la respiración y cerró los ojos. Notó como el hombre se aproximaba y acercaba su cara a la suya. Notaba su respiración y su aliento fétido. Temía abrir los ojos y ver a la cara que sabía que tenía en frente. Ni siquiera se atrevió a gritar. “Debe ser un sueño, no puede ser” pensó. Pero él sabía que no estaba dormido, estaba bien despierto y él (Voldemort, El Que No Debe Ser Nombrado) estaba frente a su rostro.
¿SABES QUIEN SOY? – repitió.
Si… – susurró S.
PREPARATE, HE VENIDO A POR TI.
Aunque esta historia parece sacada de una novela de terror, describe el caso clínico de S.. No era un sueño, cuando S. chilló llamando a sus padres y huyendo de su visión, ésta le persiguió durante varias horas. Horas enteras de amenazas de ese ser que, aunque estaba ahí, nadie parecía ver. No hay un despertar, no hay un “Fiu, menos mal que era una pesadilla”, S. estaba totalmente despierto y al mismo tiempo viviendo una pesadilla.
Cuando los padres asustados llevaron a S. al hospital le realizaron todo tipo de pruebas neurológicas. Hay varias enfermedades que producen alucinaciones complejas, como la epilepsia o el Alzheimer avanzado. Sin embargo, las pruebas de EEG eran normales y no hallaron nada anormal en las pruebas neurológicas, incluso durante la alucinación, que desapareció a las 8 horas.
Dos días después, S. seguía ingresado en el hospital cuando Voldemort volvió a ir. Aunque esta vez S. estaba preparado: aseguraba llevar un casco y una espada mágica en ese momento, y que sería capaz de vencerle esta vez. Así, durante los días siguientes S. fue visitado por Voldemort y otros personajes de Harry Potter, distorsionando poco a poco la realidad de S.
Finalmente el tercer día encontraron el origen de las alucinaciones de S. Realizaron un escáner de resonancia funcional (o RMI) y notaron que una región del cerebro estaba anormalmente activa, el pontine tegmentum. Una pequeña área implicada en la regulación del sueño.
Para entender por qué S. estaba atrapado en el mundo de Harry Potter, debemos entender primero qué pasa en nuestro cerebro mientras dormimos. Nos acostumbramos rápidamente a las cosas cotidianas, pero dormir probablemente sea uno de los fenómenos más extraños que podemos realizar. Cada noche, sentimos una necesidad imperiosa de disminuir la actividad cerebral, perder la conciencia y quedarnos inmóviles durante unas horas. Nuestro cerebro hace gala de toda una serie de mecanismos para quedarnos inconscientes cada noche y recuperar la conciencia cada mañana, y se cree que todo actúa como un proceso de depuración cerebral, ya que al dormir nuestro cerebro “pasa el limpiacalles” eliminando los residuos bioquímicos producidos por el sistema nervioso durante el día. Tanto es así que si pasamos demasiado tiempo sin dormir empezamos a actuar de manera errática e incoherente, llegando incluso a sufrir alucinaciones y trastornos de personalidad.
Si conectamos electrodos de electroencefalograma (o EEG) y vemos lo que sucede durante toda una noche, comprobaremos que cada noche la mayoría de nosotros repite el mismo patrón de actividad cerebral. Al empezar a dormir nuestras ondas cerebrales se vuelven cada vez más lentas hasta entrar en un estado de sueño profundo, en el cual la actividad cerebral es mínima. A los 90 minutos aproximadamente nuestra actividad cerebral se vuelve cada vez más rápida hasta parecer similar a la que tenemos cuando estamos despiertos, fase llamada fase REM, y es en la que aparecen los sueños. Durante el tiempo que dormimos pasamos de fase REM a sueño profundo y viceversa como un partido de ping pong. Cuando se llevan varias horas dormido las fases de sueño profundo son cada vez más escasas y la duración de la fase REM aumenta, hasta finalmente despertar.
Cada una de estas fases tiene peculiaridades que nos permiten incluso distinguirlas en alguien dormido aunque no midamos sus ondas cerebrales. Durante la fase de sueño profundo, el cuerpo entra en estado de suspensión y el ritmo cardiaco se vuelve más lento y la persona no se despierta con ruido moderado. Durante la fase REM movemos los ojos debajo de los párpados, murmuramos palabras incoherentes y la presión sanguínea aumenta provocando una erección, que no está relacionada con el erotismo del sueño en cuestión. Todos los mamíferos (machos y hembras) sufren una erección durante la fase de sueño REM. En caso de las hembras se produce una erección del clítoris, mucho menos visible pero también presente.
Además, al despertar a alguien durante la fase REM es capaz de recordar qué estaba soñando, en cambio durante el sueño profundo solo recuerda ideas simples como “debo sacar al perro”. Por eso los sonámbulos, que se mueven durante la fase de sueño profundo, no escenifican ningún sueño, sino que actúan siguiendo algún objetivo concreto y a veces extraño, como salir de casa, cocinar o mantener una conversación.
Bien, resumen efectuado, volvamos a Voldemort y S.
Los médicos comprobaron que el paciente S. sufría una infección en el pontine tegmentum. Esta pequeña región se encarga precisamente de la creación o no de la fase REM. Los pacientes que han perdido esta región duermen pero no tienen fase REM ni pueden soñar durante la noche. Pero, aunque haya casos de pacientes sin pontine tegmentum, no se conocía exactamente lo que sucede si se activa más de lo normal y en situaciones no habituales, como sucede mientras estamos despiertos. Se especulaba que la sobreactivación haría que el paciente cayera dormido repentinamente, como en una narcolepsia, pero gracias a la batalla de S. se pudo ver que el efecto es aún más sorprendente: los sueños se mezclan con la realidad.
Las alucinaciones de S. son diferentes de las alucinaciones producidas por otras enfermedades como la esquizofrenia o el alzheimer. Mientras que las alucinaciones habitualmente afectan al sentido de la vista y/o del oído, las alucinaciones oníricas de S. son especialmente complejas y afectan a todos los sentidos (por eso puede sentir su respiración). Más importante aún, siente la alucinación como real. Normalmente los pacientes tienen cierta idea de que las alucinaciones no forman parte de la realidad, aunque ello no les impida interactuar con ellas (ver La mujer que esperaba a su amante imaginario). Para S., Voldemort estaba en su habitación, y cuando le derrotó se había puesto un casco y blandía una espada imaginaria. Para su cerebro, todo era real y creaba alucinaciones muy ricas en detalles, precisamente como nos sucede en un sueño.
Por suerte, el problema rápidamente fue solucionado. Los médicos dedujeron que S. sufría una desmielinización anómala temporal en esa región, producida por una fiebre que tuvo una semana atrás. Con la medicación adecuada S. se curó completamente y no le quedó ninguna secuela psicológica. Sólo el recuerdo de la batalla ganada y el reconocimiento como El niño que sobrevivió.
enero 16, 2015 at 12:21 pm
Impresionante D. El tema del sueño es muy interesante.
Unos profesores fisiólogos nos comentaron que lo adecuado para despertar sin cansancio y de mejor manera es al finalizar uno de esos ciclos de 90 minutos de sueño+REM. ¿Sabes si es realmente así? Nos contaban que romper un ciclo de sueño a la mitad (en la fase 3 por ejemplo) es más contraproducente.
Hace tiempo descargué una aplicación para el movil que te despertaba en el momento más adecuado de tu ciclo de sueño (si querías despertar sobre las 10 de la mañana le dabas a la app un rango de tiempo entre esa hora y un rato antes o después). Supuse que el mismo movil detectaba movimientos del cuerpo relacionados con las fases del sueño (el movil tenías que colocarlo debajo de la almohada). Era un app curiosa la verdad.
enero 16, 2015 at 1:15 pm
¡Hola Leo!
Últimamente se han puesto de moda ese tipo de aplicaciones y en el articulo pensaba hablar de ellas pero me iba demasiado por las ramas.
Cuando estas en fase REM tu cuerpo activa mecanismos de inhibición del movimiento, haciendo que el dormido no se pueda mover (de hecho, si despiertas demasiado rápido puede producirse parálisis de sueño, en el cual estas despierto pero no logras moverte). Pero en la fase IV (o sueño profundo) esos mecanismos están inactivos, moviéndose ligeramente mientras duermes. No es sonambulismo, es más bien cambiar de postura en la cama. Las aplicaciones buscan esos datos y crean una gráfica de sueño aproximada.
Respecto a si te despiertas en REM estás más despierto es completamente cierto, de hecho, estas fases son tan parecidas que al cerebro no le cuesta hacer transición de una a la otra (cuando miro sueño en animales necesito una cámara para distinguir si el animal esta despierto o en sueño REM, como digo son muy muy similares). En sueño profundo, tanto el cuerpo como el cerebro necesitan «reiniciar» y nos sentimos con menos fuerza.
La cosa menos científica del tema son los 90 minutos. Ese numero cambia según cada persona y edad. Los adolescentes duermen más y necesitan un ciclo de sueño mayor. Si se ha visto que se necesitan tres o cuatro ciclos completos para descansar lo suficiente, y que el numero de horas que eso significa dependen de la persona. Habrás visto gente que duerme solo 4 horas y están llenos de energía. En estas personas el patrón de sueño es idéntico pero comprimido, haciendo ciclos de sueño de hasta 40 minutos.
Mas o menos las mejores aplicaciones de móvil intentan tener esto en cuenta, pero con el movimiento de almohada tampoco se aproxima bien del todo. Lo mejor es conocer cuantas horas necesitas dormir (eso se sabe al contarlas en vacaciones, sin restricciones de horario) y ajustar el despertador a ellas.
Como dices, ¡el sueño es muy divertido!
Gracias por pasarte.
D.
enero 16, 2015 at 4:39 pm
Muy interesante el tema pero me gusto mas el comentario complementario ya que yo tengo muchos problemas de parálisis de sueño, ahora entiendo que suelo despertar en la tercera face y eso me lo causa.
Una duda, Mi hija desde los 5 años todas las noches cuando esta profundamente dormida empieza a patear y a frotarse muy fuerte sus pies uno contra el otro, la he despertado pero no recuerda nada y al instante se vuelve a dormir y empieza de nuevo y siempre ocurre aproximadamente a las 3 horas de dormirse, cabe mencionar que ella se duerme enseguida aun con luz y sonido, una ves en la cama en menos de 15 minutos ya esta dormida y hoy ya tiene 9 años.
Gracias por el articulo.
enero 16, 2015 at 5:59 pm
Me alegro que el articulo te guste.
Que la gente se mueva en la cama mientras está en sueño profundo es completamente normal, y, de hecho, en niños suele ser más frecuente que en adultos, porque va desapareciendo con la edad. Si ella no se despierta cuando se mueve o se microdespierta y se vuelve a dormir de inmediato (como parece ser) no debería suceder nada extraño. Aun asi, si ves que tiene problemas de sueño, duerme mal y se siente cansada cada día sin razon aparente, puedes consultar a un médico.
¡Un saludo!
enero 16, 2015 at 6:46 pm
Muy interesante el tema tratado. Me recordó una película que vi hace tiempo llamada «La Ciencia del Sueño», de Michel Gondry.
Un saludo.
enero 18, 2015 at 4:26 pm
No la he visto, pero la pondré en mi larga lista de peliculas pendientes.
¡Gracias por pasarte!
Un saludo.
enero 18, 2015 at 10:06 am
Felicitaciones por ser portada de menéame. Me encanto este post, muy claro. Te tengo una propuesta de post: Hace 4 años, después de nacer mi hija, padecí depresión post parto. Podrías explicarme, neurocientificamente, ¿qué me paso? ¿De qué se habla en medicina con respecto a este trastorno? ¿Que se sabe? ¿Que no se sabe? ¿Hay alguna novedad?
enero 18, 2015 at 4:20 pm
Hola!
Gracias por la felicitación!
Veamos, el tema de la depresión post-parto me pilla algo lejos de mi campo, y necesito investigar un poquillo por la biografía para darte una información completa. Sé que es un problema realmente hormonal. Después de un parto los niveles hormonales están desajustados y, si se combina con la falta de sueño y el estrés de una nueva experiencia como es tener un niño, puede desembocar en una depresión.
Como ya he dicho, no tengo mucha información más al respecto, pero me parece interesante. Buscaré información para un futuro artículo.
Lo siento! Un saludo.
enero 18, 2015 at 3:59 pm
Hola DGD, me ha encantado tu post. Cuando dices que para saber las horas de sueño que necesitas, hay que fijarse cuando uno esta de vacaciones??…yo he llegado a dormir 11h!! consecutivamente en varios dias sin estres ni nada. Creo que desde pequeña sufro algun tipo de alteracion del sueño ya que estoy mucho mas activa a partir de las 18 de la tarde y puedo estar activa hasta las 6 de la mañana, que a las 8 de la mañana. Mi padre me comenta que por la noche jugaba en la cuna, o sea, que esto me va desde pequeña, y ahora tengo 35a. Que puedo hacer? Es imposible que me acueste a las 22 u 23…Gracias….incrible el cerebro humano!…(lo siento por las faltas, el tildado no me funciona)
enero 18, 2015 at 4:15 pm
Hola Gloria!
Gracias por pasarte por el blog y me alegro que te guste el artículo.
Para saber la cantidad de horas de sueño que necesitas recomiendo hacerlo en vacaciones para no tener restricciones horarias, pero también es necesario estar por lo menos dos semanas durmiendo libremente. En las primeras noches aún estamos recuperando sueño fallido de las noches anteriores, así que dormimos de más hasta que nuestro sistema se regula de nuevo. (Yo suelo dormir 11 horas los fines de semana también).
Respecto al otro tema, la respuesta es muy simple, eres un búho. Nuestros niveles de cansancio y de actividad vienen dados por una sucesión de cambios hormonales que suceden a lo largo del día. Aunque la presencia de luz solar tenga mucho que ver, se puede decir que tenemos una programación de horas de máxima y mínima actividad. Normalmente nuestro periodo de máxima actividad es a las 12, luego tenemos un corto periodo de cansancio (que coincide con la siesta) y otro pico de actividad a las 7, aproximadamente. A partir de las siete nuestra actividad disminuye y el cansancio aumenta hasta la hora de dormir, que suele ser 12/1 de la mañana.
Pero no todo el mundo es así, sí que hay investigaciones que demuestran que existen personas con este patrón de actividad desplazado en el tiempo: las alondras, que madrugan más y tienen el pico de actividad antes; y los búhos, que se duermen más tarde y tienen el pico de actividad más tarde. Todos tenemos diferentes patrones de sueño (aunque, como dije, depende de cada persona y edad) y picos de actividad diferentes, pero lamentablemente vivimos en un mundo de alondras, en el cual se valora más en los trabajos despertarse y acostarse pronto. Los búhos extremos se acaban adaptando a este tipo de horarios y, paradójicamente, acaban más cansados a lo largo de las semanas por la falta de sueño. (Sería igual que un jet lag, tratar de adaptarse a un horario que no es el suyo).
No hay mucho que se pueda hacer. Tener sueño más tarde o más pronto simplemente forma parte de cada persona y no es un problema o una enfermedad. Una opción es adaptar el horario laboral a otro más acorde, pero como eso suele ser imposible la mejor opción es tratar de ajustar el sueño (como se hace al cambiar de huso hora). Para empezar a acostarte con comodidad a medianoche prueba a seguir normas de higiene de sueño (http://www.sleepdex.org/shygiene.htm) y a tomárselo con calma. No hay que estresarse por no dormirse cuando el resto, así funciona tu cuerpo y punto.
Siento no poder ayudar más.
Un saludo.
febrero 2, 2015 at 12:56 am
Gracias…muy interesante,…de broma siempre decia que era un buho, ahora lo confirmo! jiji…probaremos con estas pautas,gracias!
marzo 20, 2015 at 10:34 am
Hola DGD! muy interesante artículo… me pasaba por aquí porque investIgo algo relacionado en modo contrario… también soy búho a pesar de que he cambiado de uso horario (Sto. Dgo./ Madrid) y el caso es que, mientras aún duermo, la realidad a mi alrededor, olores, sonidos, personas, clima… etc. en fin, todo lo que pueda captar por los sentidos en el momento de esa breve conciencia, pasan a lo que estoy soñando… una mezcla; incluso, me sucede que, cuando alguien me habla en ese momento para decirme o recordarme alguna tarea pendiente, en mi sueño pasa que despierto, me levanto, la ducha, desayuno y toda la rutina que implica iniciar el día y luego realizo eso que estaba pendiente en el lugar, tiempo, con la persona y todo perfecto hasta que, luego realmente despierto y aún estoy en cama. Me sucede con mucha frecuencia desde hace varios años y me ha movido la curiosidad, pero aún no tengo una respuesta satisfactoria.
agosto 5, 2015 at 3:35 pm
Buen artículo, me encantan estos temas, yo mismo tengo alteraciones del sueño desde hace años, todo lo que sea aprender sobre ello me parace interesantísimo, un saludo.
agosto 28, 2015 at 12:20 am
Despues de leer todos estos comentarios quisiece hacer una pregunta.
Si una persona sueña arto tiempo en un sueño (2 días o mas días dentro el), y luego despierta y se da cuenta que ha pasado poco tiempo ( la mitad de la noche o solo la noche completa), ¿Eso le podrá afectar a través de un trama a una persona?